[VV] 10 - Lidiar con fechas límite

[VV] 10 - Lidiar con fechas límite
Photo by Towfiqu barbhuiya / Unsplash

Introducción

Este es un tema muy delicado, ciertamente, pero tú eres un profesional dedicado, curtido en mil batallas, con las ideas claras y sabes perfectamente cómo manejar este tipo de situaciones. ¿O no? No te preocupes que si no te acuerdas, yo te lo refresco.

En la mayoría de los casos vas a poder manejar el tema de la fechas límite sin problema alguno porque en el fondo no es importante. Tu entregas valor y tu propuesta se basa en ese valor, no en el esfuerzo y tiempo que vas a usar para entregar ese valor, por lo que a más tiempo tardes, no te van a pagar más.

En realidad, es al contrario. Como tu absorbes gran parte del riesgo, eso lo debes dejar claro, puede ser que ese tiempo juegue en tu contra, pero no en contra del cliente. Ya te encargarás tú de ser más eficiente para la entrega de valor, no hay mayor muestra de estar comprometido que siendo tu el que asuma ese coste. Si te equivocas en tus estimaciones, eres tú quien lo paga, no el cliente. Y eso debería estar bien claro para ambas partes porque eso tiene valor.

Ejemplos

En muchas ocasiones, si no en todas, seguro que te habrán hecho la pregunta de "y esto, ¿para cuándo va a estar?" o una variante que presiona incluso más todavía, "lo necesito para [ponga aquí la fecha que quiera pero siempre es muy cercana]".

Te suena de algo, ¿verdad?

Por supuesto, hay excepciones. En ocasiones el cliente necesita tener un proyecto implementando para determinada fecha por distintos motivos, como por ejemplo:

  • un evento, como una feria, una presentación pública de producto, un anuncio en prensa, etc
  • motivos legales, que una ley entre en vigor en determinada fecha y por lo tanto el proyecto debe estar implementado antes

Por otro lado, hay que identificar rápido si el motivo es el capricho de "cuanto antes mejor". Si se hace "cuanto antes mejor" es posible que comprometas la calidad del proyecto o que incluso los beneficios del mismo se vean afectados. No negocies tiempos si no hay una razón de fuerza mayor detrás. Y como razón de fuerza mayor, tus precios se incrementarán, por pura necesidad ya que el valor del problema a resolver que representa para el cliente aumenta.